KENIA es un país del este de África cuya capital es Nairobi. Es conocido por su gran variedad de animales y bonitos paisajes.
El pueblo keniata está compuesto por personas de muchas culturas y orígenes. Según nuestros voluntarios, por lo general son muy alegres y acogedores.
Significado: “Kenia” se debe al Monte Kenia. En algunas lenguas locales, significa "montaña luminosa".
Superficie: 580.367 km2
Población: 49 millones
Idiomas oficiales: Inglés y Swahili
Capital: Nairobi
Esperanza de vida: 67 años

TRABAJAMOS EN KIBERA

KIBERA es el slum* más grande dentro de Kenia y el segundo más grande de África. Es una población informal ubicada en los suburbios de Nairobi.
Significado: Bosque o jungla.
Densidad poblacional: + 2.000 personas por hectárea.
*Slums: Son barrios marginales con escaso acceso a servicios básicos.



MADRES MAISHA


“Soy Natasha, una de las Madres Maisha. Conocí la fundación el año 2020, cuando estaba a punto de perder mis esperanzas de vivir.
Estoy contenta de haber conocido a Maisha, y he aprendido muchas cosas de la Fundación.
Gracias a los voluntarios que nos han acompañado, nos han entregado amor, nos cuidan y se preocupan mucho por nosotras. Muchas gracias a todos los miembros del equipo por hacer esto posible”.
Natasha, 22 años
Madre Maisha año 2020

EQUIPO EN KENIA
Fernanda Almarza
Coordinadora
Catalina Bustos
Coordinadora
Sofía Aspillaga
Voluntaria
Bernardita Aspillaga
Voluntaria
Catalina Calderón
Voluntaria
Mª José Salas
Voluntaria
Luisa Manríquez
Voluntaria

“Realmente, es hermosa
la familia que se forma
en ese hogar”.
El programa de acogida es siempre un desafío; nos topamos con diferentes realidades e historias. Sin embargo, creo que este año fue especialmente complejo. La pandemia ha cambiado la vida de muchos y, en este sentido, también el centro de acogida fue afectado en gran medida.
Al comienzo, no podíamos aceptar más ingresos en el pro- grama ni las voluntarias podíamos realizar demasiadas visitas por el riesgo de contagiar a las madres y a Domtila. Luego de estar con poco movimiento durante un tiempo, notamos que la necesidad en Kibera continuaba y que un gran número de jóvenes seguía contactándonos, por lo que creamos un protocolo para poder aceptar nuevas chicas. Con mascarilla, educaciones en cuanto al lavado de manos e higiene, y el gran apoyo de los sustentadores, pudimos continuar.
Ser voluntaria del área de acogida fue un tremendo
regalo y desafío. Fue un tiempo de conocer a las jóvenes en profundidad, con sus miedos, alegrías, dudas y enojos, de poder acompañarlas en todo momento.
Fue hermoso ver cómo las chicas forman fuertes lazos
entre ellas, con Domtila y con nosotras, las voluntarias. Fue un tiempo de aprendizaje en todos los ámbitos: en sexualidad, afectividad, lactancia, embarazo y parto; tiempos de enfrentar miedos en conjunto, conversar preocupaciones; y también tiempos de ver películas, bailar y reír mucho. Realmente, es hermosa la familia que se forma en ese hogar.
Francisca Urzúa
Enfermera Matrona
Voluntaria Maisha 2020